El Museo Alemán del Espionaje de Berlín ofrece una visión única de las sombras del espionaje, justo donde el Muro dividía antaño la ciudad. Los visitantes pueden utilizar la tecnología multimedia más reciente para descubrir todos los métodos extraños y furtivos empleados por los agentes y los servicios secretos.
Un emocionante viaje en el tiempo, desde el espionaje en la antigua historia bíblica hasta el presente y el futuro, en pleno corazón de la capital de los espías. Descifra una serie de códigos secretos, atraviesa el laberinto láser, comprueba la seguridad de tu contraseña favorita y hackea tus sitios web preferidos.
«¡Experiencia interactiva para toda la familia! Incluso mis hijos estaban encantados!»
Abierto todos los días
10 a.m. – 8 p.m.
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y farsantes pertenecen a las profesiones más antiguas del mundo. Ningún lugar sería más adecuado para rendir un espectacular homenaje a los protagonistas de esta penumbra internacional del espionaje que la Potsdamer Platz, en el centro de Berlín, la capital de los espías. Aquí es donde se inauguró en 2015 el Museo Alemán del Espionaje de Berlín, con la historia del espionaje repartida en un espacio expositivo de 3.000 m².
En el Museo Alemán del Espionaje de Berlín se narran historias de espionaje cercanas y lejanas en más de 1.000 objetos expuestos. Desde la técnica de cifrado inventada por Julio César hasta el Puente de los Espías utilizado para el intercambio de agentes durante la Guerra Fría.
Además de las exposiciones, el museo cuenta con diversas estaciones multimedia e interactivas. La colección muestra una amplia gama de herramientas utilizadas en el espionaje, desde una máquina codificadora Enigma hasta cámaras ocultas y paraguas letales. Los entusiastas del cine también podrán disfrutar de una selección de recuerdos de películas de espionaje emblemáticas.
El Museo del Espía es interactivo e informativo. Además de las exposiciones y experiencias multimedia, puede poner a prueba sus propias habilidades de espía buscando micrófonos ocultos, codificando mensajes y maniobrando por el laberinto láser.
Por término medio, la visita dura entre una hora y media y dos horas, dependiendo del grado de interés que ponga en las exposiciones. Incluso con entradas de acceso limitado, puede quedarse todo el tiempo que desee (hasta las 20:00 horas).
